En el Derecho Romano, el arbitraje se configuró como un sistema organizado para dar solución pacífica a las controversias surgidas entre familiares o familias, con la intervención de terceros imparciales quienes, conociendo las causas del conflicto, daban su última palabra; posteriormente, en la edad media, el Papado fue el iniciador y promotor del arbitraje, entendiendo que el ejercicio de su autoridad le permitía resolver conflictos, tanto internos como internacionales.

En el Perú, la Constitución de Cádiz de 1982 contempló el arbitraje, estableciendo que los españoles no serían privados del derecho de terminar sus diferencias por medio de jueces árbitros elegidos por ambas partes y transcurridos muchos años de aciertos y retrocesos, la Constitución Política del Perú de 1993 plasmó a nivel normativo el arbitraje como una solución de controversias distinta a la ordinaria, la militar y la de las comunidades campesinas y nativas.

El Decreto Ley Nº 25935 fue derogado por la Ley Nº 26572 aprobada por el Congreso y promulgada el 3 de enero de 1996.  Posteriormente se han dictado las leyes Nº 26698, que modificó el art. 92; Nº 26742 y la Nº 28519, que se encuentran vigentes a la fecha.

El Acuerdo Comercial que se suscribió entre la Unión Europea (UE) y el Perú, en Bruselas, Bélgica formó parte de una estrategia comercial integral que buscó convertir al Perú en un país exportador, consolidando más mercados para sus productos, desarrollando una oferta exportable competitiva y promoviendo el comercio y la inversión, para brindar mayores oportunidades económicas y mejores niveles de vida, así como certidumbre, estabilidad y seguridad jurídica para el comercio y las inversiones.

La Unión Europea tiene una relación comercial importante con el Perú desde hace varios años. En el 2019 se registró un valor de más de 10,000 millones de dólares en flujos comerciales y más de 16,000 millones de dólares en inversión; por ello, se considera que, la Unión Europea es el área económica con mayor inversión en el Perú.

Entre las 50 empresas más grandes del Perú hay 5 empresas europeas, todas representadas en diferentes sectores. Según datos de ProInversión 2019, el 50 % de la inversión extranjera en el Perú proviene de Europa, principalmente de Reino Unido, España y Países Bajos, con casi 13,000 millones de dólares de inversión. 

El contexto político de los últimos años ha retraído la inversión europea en el Perú. Muchos economistas sostienen que más allá del crecimiento económico, las empresas prefieren no apostar por invertir en el Perú debido a los actos de corrupción; ha existido y persiste cierta preocupación en las empresas extranjeras, en los últimos años, con relación a sus inversiones en el país, por los claros síntomas de corrupción y la falta de regulación jurídica acertada para combatir a este tipo de prácticas.

Es ampliamente conocido que, resolver un desacuerdo o alcanzar justicia ante nuestro Poder Judicial, es sumamente complicado. Entablar una demanda, significa años de espera y ante una evidente falta de regulación jurídica acertada, son los particulares los llamados a tomar medidas preventivas y correctivas.

De cara a ello, el Perú ha iniciado una fuerte lucha frontal y en los últimos años, el arbitraje, como mecanismo alternativo de resolución de conflictos (MARC) ha alcanzado un nivel bastante relevante, sin embargo, la gran demanda ha sobrepasado capacidades, haciendo procesos, también, lentos y de cierta forma, ineficientes.

La exigencia de justicia y rapidez en la solución de conflictos genera la necesidad social de aperturar nuevos Centros de Arbitraje que cumplan con los estándares máximos de calidad, creándose así, con el respaldo de la Cámara de Comercio y Cultura de Bélgica y Luxemburgo en el Perú, el Centro Internacional de Arbitraje – Cámara de Bélgica y Luxemburgo en el Perú, cuyo objetivo principal es contribuir a una verdadera cultura de paz, fomentando los mecanismos alternativos de resolución de conflictos.